Los Arcanos Mayores
El Tarot es un oráculo que te permite resolver problemas actuales y avizorar eventos futuros. Sus consejos y predicciones se realizan a través de cartas, en donde se representan arquetipos y símbolos, imágenes que se conocen como “Arcanos”. ¿Qué son estas figuras y qué significan? ¿Por qué hablamos de Arcanos mayores? ¿Cómo es que me pueden revelar cosas acerca de mí mismo?
El Tarot es un mazo de cartas usado en la adivinación y la psicología. Ha sido lo mismo alabado por astrólogos, médiums y psicólogos como Lacan. Se cree que data de unos 600 años antes de nuestra Era, y que habría sido perfilado por primera vez en láminas de papiro en el antiguo Egipto, y usado por estudiosos de la Torá para enseñar el libro de la ley judía. Lo cierto es que se imprimió por primera vez en el siglo XIII en la ciudad francesa de Marsella. Este Tarot es importante porque definió la forma del Tarot con 78 cartas. Se trataba de añadir a los naipes tradicionales (de cuatro palos y 56 cartas) 22 piezas adicionales: los llamados Arcanos mayores.
¿Qué son los Arcanos Mayores?
El mazo de Tarot se divide en dos partes. Los arcanos menores, que se integran por los palos tradicionales (copas, oros, espadas y bastos), y los Arcanos Mayores.Los arcanos menores representan acciones o actitudes relacionadas con las mayores preocupaciones de la vida cotidiana:
• Oros: Dinero y posesiones
• Espadas: Salud
• Copas: Relaciones personales
• Bastos: Espiritualidad y sabiduría
Por ejemplo: el 4 de Espadas es una carta que señala la importancia de dejar de infringirse dolor por actos del pasado; el 8 de Copas nos habla de ambiciones saldadas.
Uno de los mayores tarotistas, Court de Gébelin (Francia, 1724-1785) definió así a los Arcanos Mayores:
“Los triunfos [naipes del Arcano Mayor del tarot], que suman veintidós cartas, representan en general a los líderes temporales y espirituales de la sociedad, los poderes físicos de la agricultura, las virtudes cardinales, el matrimonio, la muerte, y la resurrección de la Creación; los variados juegos de la fortuna, la sabiduría y la estupidez, el tiempo que todo lo consume, etc.”
Los Arcanos Mayores son fuerzas arquetípicas que influyen de manera activa en nuestras vidas, en diferentes momentos, y deciden nuestra fortuna en no pocas ocasiones. Son representaciones de tendencias y de influencias materiales y espirituales.
¿Por qué se representan en imágenes o como personajes en unas cartas?
El Tarot es centro de un conocimiento que proviene de tiempos inmemoriales, y que se ha nutrido a lo largo de la historia de muchas disciplinas, experiencias y ciencias como la astrología y la numerología.Para condensarlo y hacerlo comprensible el Tarot emplea un lenguaje simbólico que es universal y que trasciende cualquier marco geográfico e idiomático. Es un conjunto de símbolos que no pertenece a nadie y es, al mismo tiempo, de todos. Habla lo mismo al iniciado que a la persona que nunca ha tenido contacto con él, y con los Arcanos Mayores consigue hacerse entender.
¿Cuáles son los Arcanos Mayores?
Las primeras 22 cartas del Tarot se numeran del 0 al 21: de la semilla al mundo. Para el psicólogo Carl Jung (Suiza, 1875-1961) estas cartas pueden clasificarse de la siguiente manera:Siete personajes que pertenecen a la sociedad humana: La Emperatriz y el Emperador, la Sacerdotisa y el Papa, el Loco, el Mago y el Ermitaño.
Dos personajes alegóricos: El Diablo y la Muerte.
Cuatro Virtudes Cardinales: La Justicia, la Fuerza, la Templanza y la Prudencia (representada por el Colgado).
Tres elementos astronómicos: El Sol, la Luna y la Estrella.
Dos cartas relativas a la suerte: Los Enamorados y la Rueda de la Fortuna.
Cuatro elementos relacionados con la fatalidad cósmica: El Carro, La Torre, el Juicio y el Mundo.
Esta es la definición de cada uno de estos Arcanos Mayores, según el mismo Jung
Arcanos de la Vía Seca (la lucha del individuo contra lo social)
0. El Loco. Simboliza los nuevos comienzos, la fuerza de la espontaneidad, el precio de la fe ciega, y la tentación de la locura.
1. El Mago. Representa el valor de la acción y de la conciencia, el poder de la concentración y la relevancia de la sabiduría como camino para el cambio.
2. La Sacerdotisa. Nos habla de la fuerza de la contemplación y del análisis, del poder del inconsciente como guía, del potencial de la vida interior, de la fuerza del misterio femenino.
3. La Emperatriz. Es una representación de la maternidad, y un atractor de la abundancia, del mundo que nos transmiten los sentidos y del valor que encierra atarse a los ciclos de la naturaleza.
4. El Emperador. Es un símbolo de la paternidad y de su fuerza, de la necesidad de las estructuras (materiales y espirituales) en la vida, de la necesidad de la autoridad y del orden.
5. El Sumo Sacerdote. Nos habla del valor de la educación, del poder de las creencias, sobre la necesidad de saberse conformes ante la vida y el valor de la identificación con el grupo propio.
6. Los Enamorados. Es un reconocimiento a la necesidad de los valores, al poder de defender las creencias personales, en lo nutritivo de las relaciones personales y de la sexualidad.
7. El Carro Victoria. Simboliza la necesidad del control, de las decisiones firmes, del poder de la autoafirmación y de mantener los deseos por encima de la realidad.
8. La Fuerza. Es, evidentemente, un símbolo de la fuerza física y de la fuerza espiritual, del poder de la paciencia y del autocontrol, y de la necesidad de nutrir la más noble de las emociones: la compasión.
9. El Ermitaño. Es un símbolo del poder y la introspección, del peso de la soledad, de la guía infalible que a veces es la propia mirada, de la necesidad de la búsqueda.
10. La Rueda de la Fortuna. Es un símbolo del Destino y de su movimiento, de que la vida es siempre cambio, y del valor que tiene la visión personal para reconocer el valor de la propia existencia.
11. La Justicia. Representa, desde luego, la justicia en todas sus formas: humana, social, divina…; también representa la responsabilidad, la decisión y el reino de la causa y del efecto.
La Vía Húmeda (la lucha del hombre contra sí mismo)
12. El Colgado. Es un símbolo del sacrificio personal como herramienta de cambio, pero también representa la inmovilidad y los reveses del destino.
13. La Muerte (el Arcano sin Nombre). Es una representación de la transición, de la eliminación de lo innecesario, del cambio, y también es un recordatorio de las fuerzas inexorables.
14. La Templanza. Es un símbolo de la oportunidad, de la necesidad de equilibrio y armonía, del valor de la salud, de la necesidad de la cooperación.
15. El Diablo. Representa las ataduras que no nos dejan avanzar, el peso del materialismo, el peligro de la ignorancia, y también sobre la pérdida de la fe.
16. La Torre. Simboliza los inevitables cambios súbitos, el peso de las pérdidas, y el poder de reponerse de una caída, así como el poder de la revelación.
17. La Estrella. Representa la esperanza, el valor de la inspiración, el poder de la generosidad y la necesidad de la serenidad.
18. La Luna. Simboliza el poder de la imaginación, del dominio del miedo por la ilusión, y de la necesidad del desconcierto y de la confusión.
19. El Sol. Representa la necesidad de la Iluminación espiritual, de la existencia de una grandeza en toda persona, del valor de la vitalidad.
20. El Juicio. Representa, desde luego, el peso del juicio social y divino, pero también nos habla de la posibilidad de un renacimiento tras cada caída, y del valor de la absolución.
21. El Mundo. Representa nuestra integración a la sociedad, el valor del cumplimiento del deber y del compromiso, del valor de la realización personal.
